La empresa italiana Tigo se reunió con el rector encargado de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), Dr. Gilberto Becerra Arévalo para evaluar la posibilidad de fabricar las piezas de la máquina transformadora de residuos sólidos a energías renovables bajo la supervisión de físicos italianos y con el apoyo de ingenieros de esta casa de estudios.
Durante la reunión estuvieron presentes el jefe administrativo del Laboratorio Nº6 de Electricidad, Ing. Eleodoro Agreda, y los representantes de la empresa Tigo, el Físico, Doménico Tanfoglio, el Ing. Angelo Zanan y el Ing. Luis Olano.
En la cita llevada a cabo el 11 de junio, Tanfoglio explicó que el Pirodistil Gasógeno es una compleja máquina que tiene la función de acelerar la descomposición de los residuos sólidos en minutos, lo que la naturaleza demora 50 millones de años, este mecanismo lo realiza en tiempo real, a partir de la descomposición molecular de la materia orgánica.
Principio físico.
A la boca de la gran máquina se ingresan toneladas de residuos sólidos provenientes de hospitales, rellenos sanitarios, camales, hogares, etc. y en cuestión de minutos los iones atacan la materia, descomponiéndola a 300 grados, transformando así la materia en energía útil para la industria (petróleo, diésel), el uso doméstico (gas) y la agricultura (carbono).
Costo y durabilidad
El Pirodixtil Gasógeno tiene un valor de 30 millones de Euros, funciona las 24 horas del día y tiene una vida útil mínima de 50 años, consume el 10% de la energía que produce, es una máquina automática, trabaja en línea, “No existe en el mundo otra máquina que haga ganar así, salvo la venta del oro”, subraya el inventor.
Para procesar 200 toneladas diarias, este conjunto de mecanismos puede funcionar en un área de 6 mil metros cuadrados, adicionalmente se necesita un terraplén de 10 mil metros cuadrados como depósito.
